Una voz interior que define el Bien y el Mal

Es bueno o es malo… ¿te has hecho alguna vez esa pregunta?
Conciencia, ¿Qué es?

La Conciencia Es ese sentimiento o esa voz en nuestro interior que nos ayuda a discernir entre el bien y el mal.

Debemos estar claros que todos tenemos una conciencia, la palabra de Dios lo declara de la siguiente manera:
Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos, (Romanos 2:14-15)

Existe una relación entre la conciencia y el pecado, lo cual nos ayuda a vivir de una manera mejor delante de nuestro Dios.
1. La conciencia nos ayuda a hacer el bien. II Corintios 1:12. Pablo relata como la conciencia le ayudó a conducirse en el mundo.
2. La conciencia nos acusa del pecado. II de Samuel 24:10 El rey David pecó y su conciencia lo llevo a sentirse culpable y a pedir perdón delante de Dios.
3. Una buena conciencia puede ser rechazada. I Timoteo 1:19 Pablo animó a Timoteo a rechazar la conciencia que algunos tenían y que los llevó a naufragar en la fe.

La conciencia también tiene relación con Cristo y nos permite ser transformados por él.
1. La conciencia se limpia por el sacrificio de Cristo. Hebreos 9:14. Solo la sangre de Jesucristo puede limpiar nuestras conciencias de obras muertas, o sea obras de la carne, las cuales nos impiden acercarnos a Dios, pero su sangre nos limpia para poder llegar hasta su presencia.
2. La conciencia nos inspira a amar a otros. I Timoteo 1:5. Necesitamos tener una conciencia que nos inspire cada día a amar a nuestro prójimo para agradar el corazón de Dios.
3. La conciencia nos inspira a obedecer la ley de Dios. I Juan 3:21-22. Solo teniendo una conciencia conforme a la voluntad de Dios podremos vivir para agradarle y día a día cumplir sus mandamientos y obedecerle.
4. Debemos mantener una conciencia limpia. Hechos 24:16; I Timoteo 3:9 a través de estos versículos se nos anima a vivir con una conciencia tranquila que nos lleve a vivir y conducirnos de una manera santa, lo cual hará que estemos confiados y en paz. Una conciencia sucia provocará que estemos intranquilos y en suspenso.

La conciencia en relación con otros cristianos.
1. Un cristiano débil tiene una conciencia débil. I Corintios 10:27-29. La Biblia nos habla que debemos cuidar la conciencia de los demás porque a causa de lo que hacemos podemos provocar que aquel cuya conciencia es débil tropiece y caiga. Cuidado!
2. No debemos juzgar la conciencia de otro. Romanos 14:1-13. “De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí.” No está en nosotros el juzgar a los demás porque hay un solo juez: Dios, y él será quien juzgue y ante el tendremos que presentarnos y dar cuenta que cada una de las cosas que hemos hecho.

Conclusión
La conciencia es tan importante para los cristianos como la luz del sol para las plantas, ya que solo con los rayos de luz pueden crecer, estar frondosas y dar fruto. Así es con nosotros la conciencia ya que nos brinda la luz necesaria para agradar a nuestro Dios y eso provoca que demos el fruto que Dios espera de nosotros y vivamos nuestra vida en paz y llena de satisfacción y felicidad.